Por Richard Wurmbrand
Traducido con el permiso de Mihai Wurmbrand, el heredero y actual propietario de los derechos del autor.
El pastor Richard Wurmbrand sufrió 14 años en las cárceles comunistas de Rumania. También su esposa estuvo encarcelada por casi tres años en algunas de las mismas cárceles comunistas, por causa de su fe cristiana. Ellos dedicaron sus vidas y sus escritos a la ayuda para cristianos que fueron encarcelados por su fe cristiana. Su único hijo, Michael Wurmbrand, continúa su obra misionera. Para más información puede escribir a Help for Refugees, PO Box 5161, Torrance, Ca.90510, USA, o puede leer en internet: https://helpforrefugees.com (en inglés).
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Los pleitos traicioneros
En la iglesia subterránea no se permite ningún pleito. Todo pleito en la iglesia subterránea trae arrestos, golpes, y quizás muertes. Los comunistas observan y escuchan. Tienen sus informantes en la iglesia subterránea. Dondequiera que hay un pleito, hay acusaciones mutuas. Uno dice al otro: «Cuando estabas con el hermano Samuel, hiciste eso y aquello.» – Así, la policía atrapa a Samuel.
Use seudónimos. Los pleitos siempre traen nombres y datos a la luz. Por eso está escrito en la Biblia: «No riñan en el camino.» Conozco una ciudad en Rumania donde había una tremenda rivalidad entre dos congregaciones. Una era de los bautistas, y la otra era de los hermanos exclusivos. Hubo un pleito terrible, y resultó en la encarcelación de los líderes de ambas congregaciones.
Yo sé que puedo entrar al cielo solamente si soy santo. Por eso es mejor comenzar hoy mismo con ser santo. Será demasiado tarde cuando ya me toque ir al cielo. Usted ya no podrá comenzar entonces. Comience ahora. Si en el caso de una toma de poder comunista no es bueno tener pleitos, lo mejor es no tenerlos ahora tampoco.
Tristemente, hay también pleitos entre organizaciones que trabajan detrás de la Cortina de Hierro. Ya tuvieron resultados dramáticos. Se deben evitar esos pleitos. Aun una rencilla familiar puede significar la muerte en un país comunista. Estuve en la misma celda con un hombre que tenía una enamorada. Como puede suceder en la juventud, él llegó a conocer a otra chica, y la prefirió por encima de su primera enamorada. Pero él había contado varios secretos a la primera chica, y ella informó a la policía secreta. Lo sentenciaron a cadena perpetua. Se volvió loco en la cárcel.
La preparación para el trabajo subterráneo es básicamente la preparación de un trabajador cristiano normal; pero es mucho más profunda, y tiene que ser mucho más real y vivencial. Conozco países donde muchas congregaciones fueron destruidas por pleitos entre dos pastores o dos ancianos de la iglesia. Sucede por todas partes. Pero en un país comunista, eso conduce a la prisión, y quizás a la muerte.
Resistir el lavado del cerebro
Los comunistas usan no solamente la tortura; usan también el lavado del cerebro. Tenemos que saber cómo resistir contra el lavado del cerebro. El lavado del cerebro existe también en el mundo libre. La prensa, la radio y la televisión nos lavan el cerebro. No existe ninguna razón en el mundo por qué deberíamos beber Coca-Cola. Usted lo bebe porque le lavaron el cerebro. El agua ciertamente es mejor que la Coca-Cola. Pero nadie hace propaganda: «Tome agua, tome agua.» Si se hiciera propaganda a favor del agua, todos tomaríamos agua.
Los comunistas han llevado el lavado del cerebro a un extremo. Los métodos varían. Una forma del lavado del cerebro en las cárceles comunistas consiste en que usted tiene que estar sentado diecisiete horas en una banca donde no puede apoyarse en ninguna parte, y no le permiten cerrar sus ojos. Por diecisiete horas al día, usted tiene que escuchar: «El comunismo es bueno, el comunismo es bueno, el comunismo es bueno, etc; El cristianismo está muerto, el cristianismo está muerto, el cristianismo está muerto, etc; Ríndete, ríndete, etc…» Usted se aburre de eso después de un minuto, pero tiene que escucharlo durante diecisiete horas, por semanas, meses, incluso años, sin interrupción. Puedo asegurarle que no es fácil. Es una de las peores torturas. Mucho peor que la tortura física.
Pero Cristo ha previsto todas las cosas, porque para Él no existe el tiempo. El futuro, el pasado y el presente son lo mismo para Él: Él sabe todas las cosas desde el principio. ¡Los comunistas inventaron el lavado del cerebro demasiado tarde! Cristo ya había inventado lo contrario del lavado del cerebro: el lavado del corazón. Él dijo: «Bienaventurados son los puros de corazón, porque ellos verán a Dios.»
Esteban, el primer mártir por Cristo, estuvo rodeado por cientos de hombres con grandes piedras en sus manos para tirárselas. Él dijo: «Yo veo.» Y su esposa quizás pensaba que él veía el peligro que lo rodeaba, y que iba a escaparse. Pero él dijo: «Yo veo a JESÚS de pie a la diestra de Dios.» – Quizás ella dijo (no hay registro de ello): «¿No ves a toda esa multitud alrededor de ti, listos para apedrearte?» – «Oh, ¡sí! Veo unas pequeñas hormigas allá abajo que no son dignas de ser mencionadas. Yo miro a JESÚS.» – Él no se fijaba en quienes iban a matarle. Bienaventurados son los puros de corazón.
El hecho sencillo es resistir contra el lavado del cerebro. He pasado por ello durante más de dos años. Los comunistas dirían que mi cerebro sigue estando sucio. En el mismo ritmo en que ellos decían: «El cristianismo está muerto», yo y otros repetíamos para nosotros: «Cristo también estuvo muerto; Cristo también estuvo muerto.» Pero sabemos que Él resucitó de los muertos. Recordábamos que vivíamos en la comunión de los santos.
Normalmente nos imaginamos que los santos que murieron en el Señor, se encuentran en algún lugar del cielo por encima de las estrellas. Pero la Biblia nos dice dónde están ellos. «Ya que tenemos una tan grande nube de testigos alrededor de nosotros …» (Hebreos 12:1). ¿Por qué se sentarían ellos encima de las estrellas? Ellos están aquí, donde están los que verdaderamente luchan y sufren. En el mundo del Espíritu no hay un «aquí» y un «más allá». Las nociones del espacio y del tiempo no existen en el mundo del Espíritu. Estábamos localizados en la cárcel, pero ellos estaban alrededor de nosotros. Sentíamos la presencia de los mártires de todos los tiempos.
Yo personalmente pensaba mucho en María Magdalena. Durante el lavado del cerebro, yo pensaba: «¿Qué me están diciendo, que el cristianismo está muerto? Supongamos que eso fuera cierto, ¿qué diferencia hace? Si no hubiera ningún otro cristiano en el mundo con excepción de mi persona, ¿qué diferencia haría? María Magdalena simplemente amaba a Jesús. Y cuando Jesús estaba muerto, ella amaba a un Jesús muerto. Ella permanecía cerca de la tumba del Jesús muerto que no podía hacer nada por ella. Él no podía levantar ni un dedo para ella; no podía hacer ningún milagro para ella; no podía hablarle ni una palabra de consuelo. No podía secar ninguna lágrima – nada. Él estaba muerto. Ella amaba al Salvador, vivo o muerto. Él era el Salvador. Entonces, ¿qué me importa si me dicen que Él está muerto? Lo amo igual como si estuviera vivo. Y si la entera iglesia hubiera muerto, o hubiera perdido su fe, eso no es ninguna razón para que yo también pierda mi fe.»
Tenemos que llegar a una certeza de la fe. Le dije que la palabra «duda» no existe en el idioma hebreo. Esta palabra no existe en el Antiguo Testamento. ¿Puedo señalarle otra palabra que no existe en el hebreo? Muchas veces fui acusado por los líderes del Consejo Mundial de Iglesias. Ellos escribieron en contra de mí. Siempre escribieron: «Wurmbrand pinta la situación detrás de la Cortina de Hierro en blanco y negro. No es así. También existe el gris.» – Yo respondo que aceptaré eso, si ellos me muestran la palabra «gris» en el Nuevo Testamento. En el Nuevo Testamento se describen muchos colores, pero el «gris», una mezcla, no existe. Una cosa es verdad o es falsa; es correcta o es equivocada. Es blanco o es negro. Usted camina con el mundo, o usted camina con Cristo. Ya que el Antiguo Testamento, el hebreo, no tiene la palabra «duda», tenemos que estar tan seguros en estos problemas de la fe como en las tablas de la adición y de la multiplicación. Dos más dos son cuatro. Eso es verdad. Si mi familia vive o fue matada, si tengo comida o estoy muriendo de hambre, si estoy libre o en la cárcel, si me golpean o me acarician, la verdad de la matemática no cambia. Dos caricias más dos caricias son cuatro caricias; y dos azotes más dos azotes son cuatro azotes. La certeza de la verdad, y el amor como el de María Magdalena, le capacitan para resistir contra el lavado del cerebro. Resista hasta el extremo.
No deseo presentarme como un héroe. Soy un hombre, y como todo hombre tengo mis faltas y debilidades. Por eso existimos como iglesia para animarnos unos a otros en los momentos de debilidad. Bajo la presión terrible, una vez yo susurré a un hermano cerca de mí, un muy buen cristiano: «Hermano, pienso que perdí mi fe. Pienso que ya no soy un creyente.» Él, con una sonrisa que nunca le falló, me preguntó: «Pero ¿alguna vez creíste?» – Yo dije: «Sí, ciertamente.» – Él dijo: «Entonces recuerda un versículo de la Biblia. Cuando la virgen María vino a Elisabet, Elisabet le dijo: ‘Bienaventurada la que creyó.’ Es en tiempo pasado. Si creíste en el pasado, eres bienaventurado. Vive de esta bienaventuranza.» – No puedo expresar lo que esas palabras significaban para mí en aquellas circunstancias. No sé cuán sólida es la teología detrás de ellas; pero en aquel tiempo no vivíamos de teología. Vivíamos de los recuerdos del pasado. Por eso la Biblia nos enseña a bendecir al Señor, y a no olvidar Sus beneficios pasados. Recuerde los beneficios del pasado, incluso cuando usted pasa por una noche oscura del alma.
(Continuará)
El pastor Richard Wurmbrand sufrió 14 años en las cárceles comunistas de Rumania. También su esposa estuvo encarcelada por casi tres años en algunas de las mismas cárceles comunistas, por causa de su fe cristiana. Ellos dedicaron sus vidas y sus escritos a la ayuda para cristianos que fueron encarcelados por su fe cristiana. Su único hijo, Michael Wurmbrand, continúa su obra misionera. Para más información puede escribir a Help for Refugees, PO Box 5161, Torrance, Ca.90510, USA, o puede leer en internet: https://helpforrefugees.com (en inglés).