Los líderes en el pueblo de Dios deben impedir el autoritarismo
En las reflexiones anteriores hemos examinado algunas falsas enseñanzas del autoritarismo, que están muy difundidas en muchas congregaciones actuales. Por el otro lado, vemos que en algunas ocasiones Pablo sí «manda», «ordena», y dice a personas como Timoteo y Tito que hagan lo mismo. Ahora, lo interesante es que en varias ocasiones, Pablo habla de esta manera fuerte exactamente para evitar que el autoritarismo se extienda en la iglesia:
«… y estamos listos para vengar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea completa.» (2 Corintios 10:6) – en este mismo contexto sigue diciendo: «Porque ustedes con gusto soportan a los insensatos, aunque son sensatos. Porque soportan si alguien los esclaviza, si alguien los devora, si alguien les quita sus bienes, si alguien se levanta a sí mismo, si alguien les golpea en la cara.» (11:19-20)
O sea, Pablo lo ve necesario «vengar toda desobedencia», no para afirmarse a sí mismo como un líder autoritario; al contrario, lo hace para evitar que los corintios se vuelvan víctimas de líderes autoritarios.
«Pero el Espíritu dice expresamente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe. Seguirán a espíritus engañadores y a enseñanzas de demonios (…) Impedirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos…» (1 Timoteo 4:1.3) – Aquí también, Pablo advierte acerca de falsos maestros que introducirán una disciplina externa y «mandamientos de hombres».
«Por tanto, amonéstales con severidad, para que se vuelvan sanos en la fe, y que no se dediquen a los mitos judíos ni a los mandamientos de hombres que dieron la espalda a la verdad.» (Tito 1:13-14) – Aquí también, Tito debe «amonestarlos con severidad», para que no sean esclavizados por «mandamientos de hombres».
«Porque yo sé esto, que después de mi partida entrarán lobos peligrosos a ustedes que no ahorrarán al rebañito; y de entre ustedes mismos se levantarán varones que hablan cosas tergiversadas para sacar a los discípulos detrás de ellos.» (Hechos 20:29-30) – Una de las características de los falsos líderes es que llevan a los discípulos «detrás de ellos», en vez de enseñarles a seguir al Señor. O sea, exigen de los hermanos una lealtad hacia su misma persona, tal como corresponde solamente hacia el Señor Jesús. Pablo instruye a los ancianos de Éfeso a vigilar contra los líderes autoritarios que intentarán levantarse desde sus propias filas.
De manera similar, también los apóstoles Pedro y Juan advierten contra el autoritarismo:
«Pastoreen el rebaño de Dios que está entre ustedes … no como enseñoreándose de los que les están asignados …» (1 Pedro 5:1-3)
«Pero Diótrefes, al cual le gusta ser el más importante entre ellos, no nos recibe. Por eso, cuando venga, recordaré sus obras que hace, (…) no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo impide, y los echa fuera de la iglesia.» (3 Juan 9-10)
Es una de las tareas más difíciles para un líder espiritual auténtico, resistir contra los intentos de los líderes autoritarios de tomar el poder. Un líder espiritual auténtico tiene el fruto del Espíritu Santo, y por tanto es una persona bondadosa, misericordiosa, íntegra. Tendrá la tendencia de brindar confianza a sus hermanos. No se agrada en tener que resistir o confrontar a alguien. Un líder autoritario, en cambio, hará todo para alcanzar el poder y dominar sobre sus hermanos (aunque sea dándose una apariencia muy mansa y espritual). Es justo en esas situaciones donde un líder espiritual genuino tiene que «ponerse fuerte», aun si eso no corresponde a su manera de ser, pero es necesario para evitar que los hermanos sean victimizados por líderes abusivos.