Sobre el liderazgo de la iglesia (95 tesis Parte 6)

Esta es la continuación de las «95 tesis sobre el estado de las iglesias evangélicas».

45. La iglesia de Cristo no es una dictadura (2 Cor.1:24, 1 Pedro 5:2-3). Los líderes de la iglesia de Cristo son puestos para servir a los miembros (Luc.22:24-27). No cada palabra del líder es «voz de Dios».
Muchas iglesias evangélicas hoy son dictaduras. Líderes avergüenzan a los miembros calculadamente, para conseguir que se sometan a sus caprichos. Ejercen una autoridad falsa, por medio de la manipulación y las amenazas, a menudo abusando del nombre de Dios para conseguir sus propios propósitos. Enseñan, de manera explícita o implícita, que un cristiano puede escuchar la voz de Dios solo por medio de sus líderes.
De un líder que gobierna según su propio capricho, no se puede decir que fue puesto por Dios ni que representa la voz de Dios.

46. La iglesia de Cristo no es una democracia. Le corresponde a Dios, no al hombre, llamar y colocar a los líderes (Juan 15:16, Hechos 20:28, Ef.4:11).
Muchas iglesias evangélicas hoy eligen a sus líderes según criterios carnales; una mayoría de impíos elige a líderes impíos. De estos líderes tampoco se puede decir que sean puestos por Dios, porque están en sus puestos en contra de la voluntad de Dios.

47. La iglesia de Cristo es dirigida por una pluralidad de líderes.
El Nuevo Testamento no menciona ninguna iglesia local que hubiera sido dirigida por una sola persona. En cambio, se mencionan muchas iglesias dirigidas por un equipo plural (Hechos 13:1, 14:23, 15:4.6, 20:17, Fil.1:1, 1 Tes.5:12-13, Tito 1:5, Hebr.13:7), y una variedad de ministerios (Ef.4:11-12).

48. En el Nuevo Testamento, las personas con autoridad espiritual se reconocen por el hecho de que conocen personalmente a Jesucristo y están cerca de El; y por el hecho de que son ejemplos de los creyentes con su vida.
Las iglesias evangélicas hoy, en general, tienen criterios equivocados de autoridad, como por ejemplo:

  • los cononcimientos o grados académicos,
  • la posición conferida por elección humana,
  • la capacidad humana de convencer, manipular, o imponerse,
  • la posición económica.

Ninguno de los mencionados es un criterio bíblico de autoridad espiritual. Por tanto, muchos de los que actualmente lideran las iglesias, no son aquellos que deberían ser líderes según los criterios bíblicos.

49. En el Nuevo Testamento, las palabras «pastor» (cuando se refiere a un líder de una iglesia local), «anciano», y «obispo», son sinónimos (Hechos 20:17.28, Tito 1:5-7, 1 Pedro 5:1.4).
No existen «pastores sobre ancianos» ni «obispos sobre pastores».
(Timoteo y Tito no eran «pastores» locales, sino ejercían un ministerio apostólico o «co-apostólico» (regional) como encargados y sucesores de Pablo. – Vea Tito 1:5 «en cada ciudad».)

50. De los 5 ministerios mencionados en Ef.4:11, las iglesias evangélicas hoy, en su práctica general, reconocen solamente el ministerio de «pastor», y este todavía lo malentienden porque ponen a un solo pastor sobre una iglesia local, lo que no es bíblico. (vea arriba No.47) Por tanto, el pueblo de Dios está espiritualmente malnutrido.

51. La iglesia de Cristo es gobernada por consenso (Mat.18:19-20, Hechos 15:22.28).
El consenso como se describe en estos pasajes, no es un acuerdo mutuo entre diferentes opiniones humanas. Más bien es la armonía que surge cuando todos los líderes buscan sinceramente la voluntad de Dios (vea Hechos 13:1-3), y así llegan a una decisión unánime. Para llegar a esta clase de consenso, se requiere la obra sobrenatural de Dios quien guía a cada uno.

52. Las iglesias evangélicas hoy, en general, no llegan a esta clase de consenso porque no buscan seriamente la voluntad de Dios; y porque algunos de sus líderes ni siquiera han nacido de nuevo. Por tanto, se dejan guiar por decisiones humanas en vez de la voluntad de Dios. Esta falta de consenso es otra señal de que las iglesias y su liderazgo se han apartado muy lejos de los estándares de Dios.

53. Donde el liderazgo obstaculiza la vida espiritual o es indiferente hacia ella en vez de animarla, allí no se trata de un verdadero liderazgo espiritual.

La vida espiritual es obstaculizada donde …

  • … los líderes ocupan el tiempo de los miembros con actividades espiritualmente no productivas,
  • … los miembros son enseñados, en primer lugar, a comportarse conforme a reglamentos y normas exteriores, en vez de buscar personalmente a Dios,
  • … los líderes hacen que los miembros se vuelvan dependientes de ellos, en vez de Dios,
  • … los líderes consideran a los miembros como su propiedad personal, impidiéndoles p.ej. que reciban alimento espiritual o consejo desde más allá de la esfera de influencia de su líder,
  • … los líderes insisten en sus privilegios, y miran con sospechas a las personas muy activas (sobre todo si estas personas sugieren cambios),
  • … los líderes no capacitan a los miembros para la obra del ministerio (Ef.4:12), y no les dan lugar ni libertad para hacer la obra,
  • … cada actividad espiritual tiene que ser «aprobada» por el líder,
  • … los líderes no se preocupan por la extensión del evangelio en su comunidad y en el mundo,
  • … los líderes abusan de su poder,
  • … los líderes interfieren con la vida privada de los miembros,
  • … los líderes no reconocen sus errores ni asumen la responsabilidad de enmendarlos,
  • … los miembros tienen que servir a los líderes, en vez de ser ayudados para servir a Dios,
  • … los líderes demuestran en su propia vida que Dios no tiene el primer lugar en sus vidas,
  • … los miembros están siendo desanimados o rechazados cuando empiezan a compartir con otros lo que experimentaron con Dios.

Donde un liderazgo actúa en la manera descrita, o parecida, un cristiano NO tiene NINGÚN deber de obedecer o someterse a este liderazgo. (Hechos 5:29)

54. En el Nuevo Testamento no existe ninguna autoridad de liderazgo humano más allá de la iglesia local, excepto el ministerio apostólico.
(Los ministerios de profeta, evangelista y maestro pueden tener un alcance regional, pero no ejercen autoridad de liderazgo sobre las iglesias.)

55. Las iglesias evangélicas hoy, en general, levantan estructuras apostólicas (presbiterios, sínodos, juntas regionales y nacionales de una denominación, etc.) sin siquiera haber aclarado si el ministerio apostólico sigue existiendo en nuestro tiempo; ni mucho menos haber aclarado cuáles serían los requisitos para que alguien asuma un ministerio apostólico. Por tanto, tienen estructuras de liderazgo sin un fundamento doctrinal, y ocupan estas estructuras con personas que no cumplen requisitos bíblicos para la función que ejercen.

56. Todos los cristianos son sacerdotes. (1 Pedro 2:5.9, Apoc. 1:6, 5:10, 20:6 – estas son las únicas referencias donde se usa la palabra «sacerdote» referente a cristianos, y todas se refieren a la totalidad de los cristianos.) Ningún cristiano necesita a un sacerdote (mediador) aparte de Jesucristo, para acercarse a Dios (1 Tim.2:5, Hebr.4:14-16, 10:19-22). Por tanto, es antibíblico y blasfemia si un líder cristiano se atribuye a sí mismo privilegios sacerdotales sobre otros cristianos. Los mismos apóstoles nunca se atribuían a ellos mismos tales privilegios.

57. La posición de «ministro ordenado» no existe en el Nuevo Testamento.
Los líderes fueron reconocidos por su autoridad espiritual evidente (vea No.48 arriba), no por un acto de «ordenación». Nadie se «convierte en ministro» por un acto de ordenación; sino la iglesia reconoce a aquellos que ya son «de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría» (Hech.6:3).
– En el Nuevo Testamento sí existían «ancianos», y existían los cinco ministerios mencionados en Efesios 4:11; pero ambos eran muy distintos de lo que se entiende hoy con un «ministro ordenado».
(Los únicos pasajes del Nuevo Testamento que podrían ser interpretados en el sentido de una «ordenación», son las referencias a la «imposición de manos» en 1 Tim.4:14, 5:22, y 2 Tim.1:6. Pero estos pasajes hablan simplemente de un «don» que fue impartido. Si algunos los interpretan en el sentido de una «ordenación», es porque ya están influenciados por el concepto católico-romano, vea el siguiente No.58.
– En el Antiguo Testamento se ordenaron sacerdotes; pero esto no se puede aplicar a la iglesia del Nuevo Testamento, porque en la iglesia todos son sacerdotes; vea arriba N
o.56.)

58. El concepto actual de un «ministro ordenado» proviene del sacramento de ordenación en la iglesia católica, que separa al «clero» de los «laicos» y excluye a los «laicos» del ministerio del Señor (mientras Ef.4:12 declara que es tarea de los «ministros», preparar a todos los cristianos para que hagan «la obra del ministerio»). Por tanto, las iglesias evangélicas hoy, en general, comprenden el «ministerio» todavía mucho más en términos católico romanos que en términos bíblicos.
Otra raíz de este concepto erróneo se encuentra en el curanderismo, con la creencia de que el «ministro», por ser «ordenado», tenga ciertos poderes místicos que los otros creyentes no tienen.
Por todo esto, muchos de los «ministros», «pastores» y «líderes» actuales obstaculizan o desaniman efectivamente la obra de Dios, más de lo que la impulsan. Esto sucede porque estos líderes se hacen indispensables, y esto impide que los «laicos» puedan ministrar con eficacia y autoridad. Los «laicos» permanecen inmaduros y dependientes.

59. La administración de la Cena del Señor y del bautismo no se asocia en ninguna parte del Nuevo Testamento con una determinada posición de liderazgo o de ministerio.
La Cena del Señor en particular, es la continuación de la Pascua judía, y se celebraba en las casas igual que la Pascua (Hech.2:46); por tanto es de asumir que la Cena del Señor fue administrada, igual que la Pascua, por el padre de la familia.
En cuanto al bautismo, el apóstol Pablo fue bautizado por Ananías (Hech.22:16), quien no era ni apóstol ni anciano, sino un simple «discípulo», «varón piadoso». Pablo mismo declara que no fue enviado a bautizar, entonces fueron otros quienes bautizaban a los convertidos por Pablo (1 Cor.1:13-17). La Gran Comisión del Señor a todos Sus discípulos (Mat.28:18-20) incluye la orden de bautizar.
(No podemos decir que este mandamiento se dirigía solo a los apóstoles, puesto que se extiende «hasta el fin del mundo»; y los apóstoles son encargados de «enseñarles que guarden todas las cosas que os he mandado», lo que seguramente incluye este mismo mandamiento de bautizar.)
La conclusión lógica es que el Nuevo Testamento no impone ninguna restricción en cuanto a los cristianos que pueden administrar la Cena del Señor o bautizar. Estas funciones son parte del sacerdocio general de todos los cristianos.

60. Las iglesias evangélicas hoy, sin embargo, no están en la condición de practicar este sacerdocio general, porque muchos de sus miembros no son cristianos verdaderos; y aun entre los cristianos verdaderos hay muchos que no son capaces de discernir en otros lo que es una conversión verdadera. Por tanto, el sacerdocio general no se podrá practicar realmente mientras la iglesia no se haya reformado realmente.

61. En la iglesia del Nuevo Testamento, la disciplina eclesiástica se aplicaba a personas que no se arrepentían de su pecado (1 Cor.5:1-5, 5:11, 6:9-10), con la finalidad de llevarlos al arrepentimiento y a la restauración, si fuera posible (2 Cor.2:6-11, 7:8-11).

62. En muchas iglesias evangélicas hoy, se aplica una disciplina eclesiástica torcida, que sirve para manipular y amenazar a los miembros, para que se conformen con las exigencias de los líderes.
Se aplica «disciplina» no por las razones bíblicas, sino para callar a los que contradicen o critican a un líder (por más justificada que sea la crítica), etc. En demasiados casos, si alguien descubre un pecado de un líder que realmente merece disciplina, no se disciplina al líder pecador, sino a la persona que descubrió el pecado.

Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , , ,

5 respuestas to “Sobre el liderazgo de la iglesia (95 tesis Parte 6)”

  1. Flor Gonzalez Says:

    el estado de la Iglecias hoy en Dia en deprimente no se escucha la palabra
    ni meno se hace lo que la biblia abla se esta en pecado en chisme definitvamente
    estamo dormido

  2. Luis arroso Says:

    (…)
    (Publicación del comentario postergada por el administrador del blog. Vea la respuesta abajo.)

    • NovumTestamentum Says:

      Luis, este sitio es dedicado a la enseñanza bíblica, no a doctrinas romanistas. Si deseas discutir las doctrinas de Roma aquí, como mínimo tendrás que responderme primero las preguntas que hice al final del último artículo, «Una palabra a los lectores católicos romanos». Cuando hayas hecho eso, podrás reenviar el comentario que quisiste poner aquí.

  3. Efren Gonzalez Q. Says:

    La congregación Católica-cristiana, se identifica bajo la dirección de un Lider General (El papa). Con todo un ritual
    (… omitido por moderación …)
    Que bueno que Dios me permitió hoy encontrar y leer tan significativo tema, con el que me identifico. Dios les siga bendiciendo. Saludos.

    • NovumTestamentum Says:

      Buenos días Efren,

      gracias por su comentario, pero lamentablemente no se ajusta a las reglas sobre comentarios en este blog.

      Es cierto, como usted dice y como señalo en mi artículo, que las iglesias evangélicas se han apartado de los patrones bíblicos en muchos puntos. Pero eso no implica que el catolicismo romano sea una opción más bíblica. Al contrario, la doctrina romanista niega por principio la obligación de los líderes religiosos de someterse bajo estándares bíblicos.
      Además, el catolicismo romano es la muestra más clara de un sistema que coloca a una persona humana como «cabeza de la iglesia» (Tesis no.43), que coloca a «obispos sobre pastores» (Tesis no.49), que es gobernado por líderes que no muestran las señales bíblicas de haber nacido de nuevo personalmente (Tesis no.52), que hace que los miembros se vuelvan dependientes de sus líderes en vez de depender de Dios (Tesis no.53), que niega el sacerdocio de todos los cristianos (Tesis no.56), y que hace una separación entre «clérigos» y «laicos» que no es bíblica (Tesis no.57, 58, 59). Así que el romanismo no es ninguna alternativa bíblica; al contrario, el romanismo es el origen de esos mismos males que observamos hoy en día en las iglesias evangélicas.

      Si usted desea seguir defendiendo doctrinas romanistas aquí, lea primero el artículo «Una palabra a los lectores católicos romanos» y responda a las preguntas planteadas allí, como lo establecen las reglas de este blog.

Replica a Flor Gonzalez Cancelar la respuesta